A VECES SOLOS NO PODEMOS…
NECESITAMOS LA AYUDA DE UN OTRO QUE NOS ACOMPAÑE EN NUESTRO SUFRIMIENTO.
Aunque nos lo creamos a pies juntillas, hay ciertos procesos vitales que hay que transitar de la mano de un profesional para que se produzca una transformación profunda y duradera en el tiempo. Si no seguirán siendo tiritas que ponemos a nuestras heridas emocionales, duelos, perdidas, etc.
Muchas personas tienen la creencia que «pedir ayuda» les hace débiles y viven con el patrón de «yo solo puedo«, Sin darse cuenta que, en algunos contextos, esta frase la dice nuestro niño interior entre los 2 a 4 años cuando quería demostrar a sus padres o cuidadores que podían hacerlo sin su ayuda. ¡¡Y esto esta genial!!! Es un proceso natural de individuación familiar, que es totalmente necesario en la evolución como seres humanos que somos.
En el caso de un adulto que quiere hacer ciertos procesos, sobre todo un trabajo interno de maduración, que lo ha intentado solo por activa y por pasiva; que lleva inmerso en emociones estancadas de odio, culpa, vergüenza, resentimiento, etc. durante años y años… Esta frase lo que muestra es una soberbia no reconocida, que le impide desarrollar su opuesto complementario: la humildad. Por que sí, se necesita de humildad para poder pedir ayuda.
Cuando pedimos ayuda, y mira que cuesta mucho pedirla (quizás tengamos esa creencia grabada a fuego lento de «No se pide nada») le estas mostrando al otro tu vulnerabilidad. Le estas reconociendo al otro «que tú solo no puedes«, y eso da mucho miedo. Miedo y vergüenza. Sin comprender que cuando mostramos la parte más vulnerable nos estamos haciendo un enorme regalo.
Primero: nos estamos dando permiso para «pedir» (El que pide, recibe).
Segundo: somos más honestos con nosotros mismos y esto nos lleva a mostrarnos más auténticos con los demás.
Tercero: Al que tenemos enfrente le hacemos un regalo espejandole nuestra transparencia y sirviéndole de ejemplo para que él/ella/elles puedan mostrase vulnerables.
Cuarto: Sentimos liviandad al no tener que sostener la mascara en la que nos escudamos para aparentar una falsa fortaleza, que en cualquier momento, y cuando menos lo esperemos, se desprenderá sin previo aviso a través de un desbordamiento emocional incontrolable. Y eso si que duele….
Podría seguir numerando… Sin embargo te lo dejo a ti para que sigas buscando, despertando esa cualidad tan vivificante como es la curiosidad.
Y si hay tantos beneficios ¿Por qué sentimos vergüenza o miedo ante la vulnerabilidad?
En la sociedad en la vivimos, se relaciono vulnerabilidad con debilidad apagando nuestra capacidad sensitiva, cuando realmente somos seres sintientes.
Cuanto menos sintamos más nos desconectamos de nuestro ser, más hacemos, más consumimos, más nos evadimos… porque no se quieren seres sensitivos, se quieren humanos robotizados que produzcan más, consuman más, sean adictos (a lo que sea) porque vivimos en una sociedad de consumo donde la máxima es: «cuanto más mejor» y en ese «cuanto más» se nos va la vida, porque es ir detrás de una felicidad efímera que se pone en lo exterior y allí nos perdemos, porque no hay manera de satisfacer un agujero negro de falsas necesidades.
Desde mi punto de vista considero que para mostrarse vulnerable hay que ser muy, muy, muy valiente. Mostrar lo bien que te va la vida, la ultima adquisición, el ultimo viaje a Grecia, la comida en el restaurante de moda, etc. todo eso es muy fácil hacerlo. Sin embargo decirle al otro: me siento solo, necesito un abrazo, necesito de tu ayuda. Esto no es tan fácil ¿verdad? Por eso requiere de una inmensa valentía.
Y si ya es complicado pedir ayuda en nuestro circulo cercano, imagínate a un profesional que puede acompañarte en ese proceso de auto indagación para ver que esta ocurriendo en tu interior e ir poniéndole nombre, sanar heridas emocionales que se han quedado enquistadas desde hace años: cuando te abandono tu pareja o te despidieron del trabajo o falleció tu padre…
Hay tránsitos que no podemos hacerlos solos hasta que no tengamos las herramientas necesarias para transitarlos. Aquí entra mi acompañamiento.
HASTA DONDE TU NO PUEDAS LLEGAR, YO TE ACOMPAÑO.
bien para demostrarselo a si mismo o a los que estan alrededor. Y sí, esta genial poder hacer cosas por nosotros mismos, por lo menos intentarlo y llegado el momento, esta igual de bien pedir yuda cuando